A nadie se le escapa que estamos viviendo unos momentos dramáticos en lo moral y lo económico. Zapatero ha sido un verdadero cáncer para nuestro país. Por ello, lo más sensato sería que se fuese. Su partida supondría un bien tremendo para España.
Unos ciudadanos valientes se han ido a las puertas del Congreso de los Diputados a pedir la dimisión de un tipo que ha jugado a ser Dios y se ha estrellado y, lo peor, nos ha estrellado a todos. Un tipo sin escrúpulos que nos ha llevado a una situación estrepitosa. Yo me uno a ellos y también grito un ¡Zapatero dimisión!
