Un puñado de imbéciles han prohibido los toros en Cataluña. Sorprende una decisión tan poco coherente. Estos tipos defienden la vida animal y, sin embargo, no protegen la humana. Hablan de los animales como de las personas, creyendo, parece ser, en las fábulas y los dibujos animados de Disney.
Es verdaderamente asqueroso que esta panda de analfabetos integrales griten a favor del aborto (práctica consistente en asesinar una vida humana) y, a la par, en contra de lo que ellos llaman “sufrimiento animal”. Imagino que estos izquierdosos seguirán su andadura y prohibirán ahora por ley la existencia de mataderos, carnicerías y pescaderías. Supongo también que quitarán del mercado todo tipo de venenos contra ratas e insecticidas en general. Pues el toro, que yo sepa, es tan animal como la rata, el conejo o el burro. Pero para burros de verdad estos trapicheantes que se dedican a prohibir y a intervenirlo todo.
Hoy Cataluña anda consternada porque en toda España se puede disfrutar de una fiesta tan nuestra menos allí. Los catalanes aficionados a los toros (que son muchos) tendrán que salir de su región porque unos representantes políticos estaban tan aburridos que han prohibido los toros. Y es que como no hay nada que hacer, como el paro casi no existe y los datos económicos son excelentes, pues ¿Qué cosa mejor que ponerse a prohibir la fiesta nacional?
Es verdaderamente asqueroso que esta panda de analfabetos integrales griten a favor del aborto (práctica consistente en asesinar una vida humana) y, a la par, en contra de lo que ellos llaman “sufrimiento animal”. Imagino que estos izquierdosos seguirán su andadura y prohibirán ahora por ley la existencia de mataderos, carnicerías y pescaderías. Supongo también que quitarán del mercado todo tipo de venenos contra ratas e insecticidas en general. Pues el toro, que yo sepa, es tan animal como la rata, el conejo o el burro. Pero para burros de verdad estos trapicheantes que se dedican a prohibir y a intervenirlo todo.
Hoy Cataluña anda consternada porque en toda España se puede disfrutar de una fiesta tan nuestra menos allí. Los catalanes aficionados a los toros (que son muchos) tendrán que salir de su región porque unos representantes políticos estaban tan aburridos que han prohibido los toros. Y es que como no hay nada que hacer, como el paro casi no existe y los datos económicos son excelentes, pues ¿Qué cosa mejor que ponerse a prohibir la fiesta nacional?
