jueves, 14 de mayo de 2009

Del populismo trasnochado


No hace mucho, el Papa viajó a África. Del viaje en sí, y del mucho bien que se derivó del mismo, poco se habló. Sin embargo, los medios de comunicación y los partidos de izquierdas, empezando por el PSOE, emprendieron una dura campaña para desacreditar y condenar muy duramente las palabras del Pontífice acerca del preservativo. Bien, para empezar creo que es importante afirmar con toda rotundidad que lo verdaderamente repugnante de la historia es el deseo de la izquierda española por censurar todo aquello que no se adapta a su pensamiento. Demuestran, una y otra vez, que o estás con ellos o van a por ti, son así, no creen en las libertades de los demás, sólo en las suyas, y eso no es democracia.

Evidentemente la Iglesia tiene una postura frente a diversos temas que da a conocer. Los demás podemos estar de acuerdo o no, pero debemos, ante todo, respetar. En cualquier caso, creo que la izquierda lleva siempre por compañera de camino a la demagogia. No está bien mentir y confundir a la ciudadanía. El Papa dijo algo que es totalmente cierto, que es un hecho contrastable y que, además, está sustentado en la opinión de no pocos científicos de gran prestigio: “los preservativos no solucionan el sida”. Y a la vista está, a pesar de los muchos preservativos que se mandan a África, el sida sigue medrando la vida de muchos. Pero no seré yo quien lo explique, prefiero citar unas palabras de cinco grandes especialistas a nivel mundial, que en el diario Le Monde salieron publicadas: “El preservativo es la tecnología más eficaz. Pero no la medida preventiva más eficaz. De hecho, en numerosos países de África la proporción de personas portadoras del virus es demasiado elevada para que la epidemia sea frenada solo con los preservativos”. Con esto, que, como digo, no es de mi cosecha sino de la propia comunidad científica, quedan al descubierto las maliciosas interpretaciones de la izquierda española.

Fíjense, y con esto voy a acabando, con los recientes casos de gripe porcina que están provocando mucha expectación, el Ministerio de Sanidad de nuestro país dijo que no se viajara a México. Podría haber dicho que se podía viajar con mascarilla, pero no, optó por pedir que no se viajara a este país. Creo que es una comparación que puede ayudarnos a comprender mucho mejor el doble lenguaje de los socialistas y comunistas.

Creo que el secreto del Papa, más allá de nuestras creencias u opiniones, está en su sencillez y, a la par, profundidad; agudeza científica y calor humano. Frente a las opciones populistas (que son muy bien representadas por la izquierda), Benedicto XVI optó por hablar desde sus principios sólidos. Seguro que por todo ello está siendo tan brutalmente atacado por los que, una y otra vez, demuestran que no saben nada de nada.