miércoles, 22 de abril de 2009

Hubo más de cien mil motivos


El pasado domingo en Almería aconteció algo importante. Los almerienses se echaron a la calle para denunciar la situación de muchas familias que viven en una desesperación continua. Cien mil almerienses, según la Encuesta de Población Activa, están en paro. Es un auténtico drama.

Chaves se ha largado porque no ha sido capaz de ser un buen gestor, mejor dicho, no ha sido siquiera gestor. Se ha dedicado a otras cosas más placenteras, como por ejemplo, gastarse doce mil millones de las antiguas pesetas (más de 70 millones de euros) en su palacio, el palacio de San Telmo. Eso sí, va a quedar majestuoso, ni el Sha de Persia llegó a tanto. Va enterito forrado de mármol, pero no de Macael sino de Carrara, pues ¿para qué potenciar los productos almerienses si se puede fomentar los italianos?

Zapatero debe estar preocupadísimo. Quizá por eso se ha gastado cuarenta millones de pesetas (240.000 euros), vamos, para que me entiendan, lo que vale una casa, en reformar los cuartos de baño de Moncloa. Es probablemente la mejor medida que yo haya visto en mi corta vida contra el desempleo.

Mientras estos y otros despropósitos socialistas ocurren, los españoles no llegan a final de mes y nos encontramos con historias que nos ponen los bellos de punta. Madres y padres de familia que tienen que ir con sus hijos a los comedores de Cáritas y les dicen que van al restaurante, personas que pagan más de letras de lo que cobran en su sueldo, un millón de familias que tienen a todos sus miembros en paro o 500.000 andaluces que viven en el umbral de la pobreza.

El PP ha presentado centenares de iniciativas en el Parlamento de Andalucía y en el Congreso de los Diputados. Todas, sin excepción, han sido rechazadas por el PSOE, que vive en la autocomplacencia más destructora. Por ello, la manifestación de Almería fue todo un éxito, porque los españoles no somos idiotas, aunque el PSOE nos trate como si lo fuésemos, y estamos ya cansados de tan mala gestión socialista.