martes, 1 de febrero de 2011

Almería ha mejorado


Continuamente hablamos de cosas subjetivas por sí mismas. Evidentemente existen innumerables puntos de vista sobre cualquier asunto. Es cierto, por otro lado, que muchas de estas cuestiones guardan una verdad que no depende de cada uno. Si al mirar un edificio vemos que está pintado de verde, podremos decir que es bonito o feo, dependiendo de nuestros gustos personales, pero nadie podrá dudar de que el color es verde. El ciego no lo verá o el daltónico no lo distinguirá pero el color verdaderamente es el que es, no depende de cada uno.

Lo anterior lo digo porque hay quienes se empeñan en decir que Almería no ha cambiado en estos años. No sé si yo poseo una paranoia incurable que me hace ver calles limpias y arregladas. Quizá sueñe cuando vea unos jardines bonitos y decentes. O lo mismo entro en éxtasis cuando en mi mente se figura una espléndida cabalgata de reyes. Pero creo realmente que no, que todo ello es real y que los que se hacen los tontos son los que afirman sin ningún tipo de rubor que no se ha hecho nada en Almería.

En esta vida podremos decir que determinados hechos son más o menos necesarios, mejores o peores, pero nunca se podrá negar la evidencia. Quien lo hace cae en la mentira más penosa. Y si, encima, son políticos los que se dirigen con embustes constantemente a los ciudadanos la cuestión se transforma ya en algo intolerable.

Los socialistas deben ser más sinceros y dedicarse a trabajar y cooperar más con un Ayuntamiento que ha luchado como nunca se había visto por esta ciudad. Esa es la única vía para que adquieran credibilidad frente a una ciudadanía que no se deja llevar por comentarios irreales y que sabe muy bien cómo estaba Almería con los gobiernos socialistas y como está ahora.