jueves, 25 de febrero de 2010

Ayer, un día negro



Ayer se aprobó en el Senado la Ley del aborto que este Gobierno se ha empeñado en llevar a cabo. No podemos los ciudadanos decentes sino sentir enorme pena al pensar que dentro de muy poco el aborto será más factible y barato, con enormes perjuicios para las madres y la muerte asegurada para el niño. Sí, digo niño. Y es que aún no he escuchado a una madre embarazada decir que espera un feto. Todas dicen esperar un hijo. Incluso te cuentan cómo se mueve, si es muy travieso o si, por el contrario, no da demasiadas "patadillas".

Este Gobierno se ha empeñado meternos en la cabeza a todos la cultura de la muerte. No se conforma con haber protagonizado el desaguisado actual y haberse cargado la buena situación económica que heredó del Gobierno del Partido Popular. No les basta haber llevado a cabo políticas que nos han dejado miseria. Necesitán más. Y a la situación dramática de la mayoría de los españoles ahora se une el impulso del aborto ¡qué cosa más fantástica! ¡qué buenos son estos socialistas!

Pero ahí no queda la cosa. Pajín ayer definió el aborto: "que las mujeres que no lo desean no se queden embarazadas". Pero vamos a ver, ¿se puede ser más incompetente? ¿se puede tener un encefalograma más plano? ¿no le cambiaron estos señores el nombre al aborto y lo denominaron interrupción voluntaria del embarazo en un ánimo de ser eufemísticos? No sé si es que creen que los españoles no somos muy listos o si la tonta es ella. Ahora resulta que el aborto es un preservativo más. Es decir que matar a la criatura es una cosa buena porque es que en realidad "no se está embarazada". Lo que yo diga, es tonta de capirote. Es para tomarlo a guasa si no fuera porque las consecuencias de tanta ineptitud e idiotez van a provocar muchos muertos inocentes.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Volvemos



Vuelvo, después de algún tiempo, a retomar esta bitácora. Muchos me han parado por la calle y me han preguntado si iba a seguir con esta página. Agradezco su interés. Y sí, efectivamente, retorno a este punto de información y análisis personal.

Creo que no es necesario, pero recuerdo que los comentarios aquí no están suprimidos, que se puede libremente opinar. Ahora bien, yo mismo los eliminaré siempre que no guarden las más básicas formas de educación y respeto. En cualquier caso, no me hago responsable de las opiniones que se viertan, porque, entre otras cosas, malo sería que yo tuviese que suscribir tanta forma de pensar y de hablar.

Espero contar nuevamente con la confianza de los centenares de lectores diarios que llegó a tener este blog.

Un fuerte abrazo y nos vemos luego con la primera entrada de opinión de esta nueva singladura.